El edificio EcoARK, está
localizado en Taiwán, fue construido con 1.5 millones de botellas de plástico
PET, buscando crear conciencia sobre la importancia del reciclaje. El proyecto
fue finalizado en el 2010 y se utilizó como sede de la exposición Taipei Int'l Flora Expo. Cuenta con un anfiteatro, una sala de exposiciones y una pantalla de
agua recogida durante los períodos de lluvia, para el enfriamiento del
interior. Los diseñadores afirman que es lo suficientemente fuerte como
para soportar tifones y terremotos.
El arquitecto de este proyecto, Arthur Huang dice: "Queríamos trabajar con
basura reciclada pero no estábamos seguros de que basura usar. Miramos nuestro
basurero en la oficina y nos dimos cuenta de que la mayor parte de la basura
que teníamos eran botellas plásticas de Té". Así lograron que el edificio genere una huella de carbono muy baja.
Para la edificación, Huang optó por dejar las botellas vacías. El aire es el mejor aislante natural, ya que no es tóxico y deja pasar la luz, reduciendo la necesidad de emplear iluminación artificial. El EcoArk cuenta con luces LED para iluminar durante la noche y presentaciones y espectáculos.
Me parece una gran iniciativa de parte de los diseñadores y arquitecto
de este proyecto. No solo se conforman con decirle al mundo la importancia del
reciclaje, sino que lo demuestran con acciones. Hoy en día, las personas deben
tener sentido de pertenecía con el planeta, cuidarlo. Y todavía más los
arquitectos, que son quienes crean y transforman los espacios donde
frecuentamos, que mejor manera que con obras como esta. Dejando la menor huella
de carbono posible, sin excluirnos de lujos y tecnología.
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